En primer lugar, prepararemos la buttermilk o suero de mantequilla. Para ello, pondremos un bol encima de la tapa del Thermomix. Pesamos en este bol 230 ml de leche y 15 ml de zumo de limón. 

Removemos con una cuchara y reservamos 15 minutos. Con ello vamos a conseguir un cuajo, que es lo que necesitamos para la receta. 

Ponemos en el vaso del Thermomix los 250g de harina, 300g de azúcar, la 1/2 cucharadita de sal y la cucharadita de bicarbonato sódico. 

Emulsionamos para que se mezcle bien 30 segundos a velocidad 7. Reservamos. 

Añadimos en el vaso los 2 huevos grandes, el cubilete de aceite de oliva, el cubilete y medio de aceite de girasol, los 240g de suero de mantequilla que hemos preparado en el paso 1, la cucharadita de colorante rosa, la cucharadita de vinagre blanco y el sobre de azúcar avainillado. 

Batimos 15 segundos a velocidad 3. 

Con la máquina en marcha en velocidad 2, vamos integrando poco a poco la mezcla reservada que hemos preparado en el paso 2. 

Precalentamos el horno a 180ºC modo turbo. 

Untamos un molde de unos 18-20 cm con mantequilla y lo espolvoreamos con harina. 

Vertemos la mezcla en el molde (es una masa de consistencia líquida) y horneamos unos 45 minutos. 

El tiempo del horno depende de su potencia y del molde. Si nuestro molde es redondo y alto serán unos 45 minutos. Si el molde es rectangular y bajo serán unos 30 minutos. Recordad que cada horno es diferente, hay que ir vigilando y mirar con un palillo si la masa está cocida en el fondo. 

Una vez sacado el bizcocho del horno lo dejamos enfriar y, luego, lo partimos por la mitad. 

Para preparar el frosting de queso, con el vaso del Thermomix limpio, incorporamos los 100g de azúcar y programamos 30 segundos a velocidad 5-10 progresivamente.

Reservamos. 

Enfriamos el vaso, ponemos un poco de agua fría, o echamos unos cubitos y pulsamos el botón turbo. Luego, secamos el vaso.

Esto es para que el vaso esté bien fresquito y la crema monte bien. 

Ponemos la mariposa, vertimos el queso Mascarpone y el queso Philadelphia.

Mezclamos 10 segundos en velocidad 4, hasta que esté bien integrado. 

Ponemos nuestro frosting de queso en una manga pastelera y la enfriamos en el frigorífico. 

Con nuestro frosting de queso bien frío y el bizcocho partido por la mitad, procedemos a rellenar la tarta. Ponemos la otra mitad del bizcocho encima y, con el frosting restante, cubrimos con una buena capa y la decoramos. 

Espero que os guste, 

¡Feliz San Valentín!